Una Defensa Pública dinámica, moderna, comprometida con la perspectiva de género, discapacidad y niñez
Si bien han pasado casi tres décadas desde la última reforma de la Constitución Nacional y la consecuente incorporación a nuestra Carta Magna de Tratados, Pactos y Convenciones, aún hoy seguimos adaptándonos, y aggiornando nuestras normativas internas a los paradigmas que de allí surgen. Y no sólo nuestras leyes, sino también nuestras miradas sobre distintos temas, lo cual, muchas veces, es más trabajoso que una mera reforma legislativa. Esas miradas que constituyen, en definitiva, la comprensión cabal de los Derechos Humanos de los distintos colectivos vulnerables y vulnerados de nuestra sociedad. Y es allí donde la Defensa Pública desempeña un rol fundamental, como garante del acceso a la Justicia y del pleno goce de esos Derechos, garantizados en las Constituciones Nacional y Provincial.
El Ministerio Público de la Defensa es, en su esencia, una de las organizaciones del Poder Judicial que atraviesa absolutamente todas las estructuras y materias del sistema judicial, tanto de manera vertical como horizontal, lo que nos convierte en actor estratégico en la tranversalización de las nuevas miradas y perspectivas.
La integralidad e integrabilidad en la intervención y atención a las personas que acuden al Ministerio Publico de la Defensa es clave. La integralidad en el sentido de poder visualizar a la persona como parte de un contexto social, abarcando factores culturales, económicos, históricos, que forman parte de su identidad y realidad. La Integrabilidad como un principio rector de nuestra organización que permite maximizar el aprovechamiento de la tecnología y la información con el objetivo de generar un mejor servicio; simplificando procedimientos y garantizando ese abordaje integral a la necesidad de la persona.
El concepto de acceso a la justicia es inherente al derecho de toda persona a recibir una respuesta estatal a sus necesidades, constituyendo un derecho fundamental, ya que es clave para el ejercicio de los demás derechos. Y es allí, en los sectores menos visibilizados de nuestra sociedad, donde la Defensa Pública debe poner su mirada y hacia donde debe direccionar todas sus políticas institucionales; y debe hacerlo desde tres ejes fundamentales: perspectiva de género, perspectiva de discapacidad y perspectiva de niñez.
La mirada de la función pública no puede escindirse de esos parámetros, y desde mi llegada a la Defensoría General todos los proyectos y acciones que nos hemos planteado han estado guiados por ese Norte, y por propender a acercar la Defensa Pública a las usuarias y usuarios, a través de una gestión dinámica, moderna y articulada, hacia adentro y hacia afuera, con un fuerte despliegue y anclaje territorial.
La Defensa Pública, tal como la concibo, es el instrumento que trabaja, día a día, para reducir la brecha que existe entre los derechos establecidos constitucional y convencionalmente y su efectivo goce en la vida cotidiana de los ciudadanos y las ciudadanas de nuestra Provincia.
Dra. Vanina Soledad MERLO
Defensora General
Ministerio Público de la Defensa
